El enésimo frente de Putin

La crisis de Kazajistán, iniciada con protestas por el incremento del precio de los combustibles en pleno invierno que traslucían una creciente contestación ciudadana contra el régimen autocrático heredado y exacerbado por Kasim-Zhomart Tokáyev a partir de su acceso a la presidencia en 2019, ... se ha convertido en un segundo foco de tensión internacional después del cerco ruso a Ucrania. La detención de hasta 4.000 manifestantes y opositores, la orden de Tokáyev a las fuerzas policiales y militares kazajas de «disparar sin previo aviso» y la primera intervención con tropas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva sobre un conflicto interno de un país de la esfera de Moscú dan cuenta de la gravedad de la situación, sin que exista un mecanismo global para preservar los derechos humanos y la estabilidad en la zona. El delirante discurso de Tokáyev en el que acusa a agentes exteriores de lo ocurrido los últimos días constituye además la versión sin filtros de la estrategia con la que Vladímir Putin trata de retorcer todo problema que le aqueja, de modo que acabe utilizado como argumento propicio en su particular recreación de la Guerra Fría para salir vencedor en ella.