Euskadi ha logrado retener al 80% de los médicos que acaban de concluir su residencia en Osakidetza, un porcentaje más que notable que subraya la capacidad de atracción de nuestro sistema sanitario. De los 375 MIR que iniciaron su formación hace cuatro años, 298 se ... han inscrito en las listas de empleo del Servicio Vasco de Salud. La mayoría está trabajando ya en la red de hospitales. Este nivel de inserción permite aprovechar los esfuerzos invertidos en su preparación y, además, insufla aire a un sector con graves carencias de personal y que se enfrenta a un complicado relevo generacional ante la perspectiva de que 1.350 doctores lleguen a la edad de jubilación en cinco años. La pugna abierta por otras comunidades para hacerse con los servicios de los MIR con incentivos en sueldos y facilidades para la vivienda revela la competencia por atraer talento de fuera. Por eso, Euskadi no solo debe ser seductora como destino laboral -sus salarios están entre los más altos-, sino ofrecer condiciones de vida atractivas para captar o retener a jóvenes. El reto es que la mayoría de los futuros 566 MIR que salgan de la última convocatoria, la mayor de su historia, consiga trabajar y echar raíces aquí.
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