La coincidencia en unas pocas horas de la decisión del PNV de prescindir de Iñigo Urkullu para las próximas elecciones autonómicas y de la renuncia de Arnaldo Otegi a encabezar las listas de EH Bildu ha agitado el tablero político vasco. Las dos formaciones mayoritarias ... en Euskadi han afrontado de forma contrapuesta sus respectivos procesos. Los jeltzales se han esforzado en escenificar un cierre de filas en torno a su nuevo candidato, el diputado foral vizcaíno Imanol Pradales, tras apartar al actual lehendakari en un movimiento que deja heridas internas, que el propio interesado se ha negado a presentar como una retirada voluntaria y que confirma la fractura abierta desde hace meses entre Sabin Etxea y Ajuria Enea. La izquierda abertzale, por el contrario, ha anunciado como una opción personal el paso de su líder, que continuará salvo sorpresa de coordinador general, pero a quien una amplia mayoría del 'aparato' de la coalición no veía ya como el reclamo más adecuado en las urnas para ensanchar su masa de votantes y disputar así la hegemonía a los peneuvistas, lo que aconseja diluir su pasada trayectoria de vinculación con ETA aunque no acabe de romper con ella.

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Pradales, con fama de gestor eficiente pero desconocido para el gran público, es la apuesta por la renovación con la que el PNV busca un revulsivo que dé la vuelta a su agudo declive en los recientes comicios locales y generales ante el serio riesgo de verse superado por EH Bildu como primera fuerza del Parlamento vasco. El partido se ha inclinado por un aspirante que combina rigor y relevo generacional para combatir un desgaste que afecta no solo a Urkullu, sino a la propia marca. La poderosa maquinaria jeltzale planteará probablemente una campaña polarizada para apelar al voto útil frente a una izquierda abertzale en ascenso tras haber antepuesto el discurso social al identitario y que aspira a captar la pulsión de cambio existente en la sociedad. Con el esperado anuncio de Otegi tras cumplir su condena por inhabilitación, la coalición soberanista adopta la bicefalia que no ha evitado conflictos a su principal rival en las urnas.

A la espera de que Urkullu fije la fecha, las autonómicas enfrentarán a un elenco de nuevos cabezas de cartel. Con Pradales se estrenarán Eneko Andueza (PSE) y Javier de Andrés (PP) y la candidata de EH Bildu, aún por designar al igual que en el caso de Elkarrekin Podemos, lo que supone un cambio de etapa en la política vasca.

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