El Consejo de Ministros aprobó ayer un segundo paquete de ayudas por valor de 3.765 millones para paliar los efectos devastadores de la dana de Valencia; 110 medidas que incluyen desde prestaciones para vivienda hasta apoyos para la recuperación industrial y agrícola y un ' ... escudo laboral', con las que, en palabras de Pedro Sánchez, se estaría pasando de la «respuesta inmediata» a «la reconstrucción». Es necesario que los gobiernos central y autonómico examinen con celo la aplicación efectiva de las ayudas. Para que estas lleguen a donde más se necesiten es imprescindible que el Ejecutivo central y la Generalitat sustituyan la pugna, pública o soterrada, por una cooperación activa y de alcance. De lo contrario no solo se dilapidarán recursos en duplicidades, sino que el descrédito acabará afectando a la legitimidad de las instituciones y a la propia convivencia. En su anunciada comparecencia del jueves, Carlos Mazón debe dar cuenta de su gestión en la catástrofe, como mínimo deficiente, con la correspondiente asunción de responsabilidades y, además, ha de contribuir a que se limen las diferencias entre ambos gobiernos por el bien de los miles de afectados.
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