La pobreza afecta en España a 2,6 millones de menores, el 28% del total, y conforma una realidad cotidiana de vidas condicionadas por la falta de los recursos y de las oportunidades de las que disfrutan los niños y niñas que estos días exprimen ... las navidades y, el resto del año, viven en hogares confortables y ven atendido su derecho a la alimentación, los cuidados y la educación. La preocupación por la legión de chicos y chicas desfavorecidos choca con todo tipo de barreras, y no es la menor la que levanta su invisibilidad. La mayoría de los ciudadanos ni es consciente de la población con graves carencias ni probablemente querría serlo. Y, más allá de los días conmemorativos, tampoco el discurso político traslada la gravedad de una situación que coloca a la cuarta economía de la UE en el furgón de cola comunitario. Las instituciones destinan recursos pero pecan de falta de ambición si el objetivo es que en 2030 la tasa de pobreza infantil sea todavía del 20%. Las ONG, auténtico salvavidas en la crisis financiera y en la pandemia, reclaman más esfuerzo hacia los chavales y mayor atención, vivienda accesible y trabajos dignos para sus madres. Inversión, en suma, en el futuro de todos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad