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Cuando están a punto de cumplirse dos años de la invasión desencadenada por el expansionismo de Putin, la Unión Europea acordó incluir en su presupuesto los 50.000 millones que salvarán a Ucrania de la asfixia que la amenazaba a partir del mes próximo. La ... cumbre de Bruselas enmendó la decepción de diciembre, cuando la invitación a Kiev para negociar su adhesión no llegó acompañada de la financiación «firme, predecible y a largo plazo» que ayer anunció Charles Michel. Los dos minutos que Volodímir Zelenski tardó en agradecer la buena nueva de Bruselas acreditan hasta qué punto necesitan los ucranianos el apoyo efectivo de la UE para seguir en marcha. Y cómo anhela el país beneficiario que el mensaje de firmeza y unidad de los 27 contribuya a desbloquear el parón de la asistencia, fundamentalmente militar, de EE UU. También lo ansían gobiernos como el de Alemania, al que el bloqueo en Washington exige un liderazgo que preferiría no ejercer. Viktor Orbán renunció a su ruidosa oposición después de que los líderes lo llamaran a capítulo, al precio de que ahora pretende erigirse en increíble garante del buen uso de los recursos que tanto se esforzó en obstaculizar.
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