Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada por la avería de un camión

Las manifestaciones del Primero de Mayo tuvieron ayer como eje común la reivindicación de una mejora de los salarios que permita mantener su poder adquisitivo tras la fuerte subida de los precios -especialmente intensa en los alimentos y otros productos básicos- que ha empobrecido a ... amplios sectores y que, aunque se haya amortiguado en los últimos meses, difícilmente quedará resuelta a corto plazo. La coincidencia de las proclamas en ese sentido de los sindicatos contrastó en Euskadi con la persistencia de la fractura entre ellos, que va más allá de la tradicional división entre los abertzales y los de corte confederal. Así lo demuestra la aguda brecha entre ELA y LAB, cuyas relaciones se encuentran en estado crítico como volvió a evidenciar su agrio intercambio de reproches a cuenta de diferencias estratégicas que se visualizan en la práctica diaria y en la interlocución con las instituciones.

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El malestar ciudadano existente con la evolución de la economía, a pesar de que el empleo está en niveles récord, se explica por la devaluación encubierta de los sueldos a raíz de la escalada inflacionista, que se suma a las bajas retribuciones extendidas entre los trabajadores contratados tras la crisis de 2008. En este contexto, la enquistada falta de entendimiento ha tensionado la negociación de los convenios. Euskadi concentra la mitad de las huelgas de toda España; un dato excepcional que, más que ser un motivo de orgullo del que presumen ELA y LAB, debería incitar a la reflexión. La advertencia de un aumento de la conflictividad esgrimida por ambas centrales, CC OO y UGT -un 'otoño caliente' alentado también en Madrid por seis ministros en un claro gesto electoralista y de choque con la patronal- constituye un escenario indeseable que convendría alejar con una actitud responsable de los agentes sociales.

El ascenso de los beneficios empresariales -espectacular en el caso de varias grandes compañías- amplía los márgenes de maniobra para alcanzar acuerdos que tengan en cuenta la evolución de los precios y la realidad objetiva de cada firma o sector. Para mejorar las condiciones laborales de las plantillas sin cuestionar la viabilidad de las empresas. Ello requiere restablecer previamente un clima de confianza que es tan necesario para la economía de Euskadi como mantener unos salarios dignos -lo que, aparte de la calidad de vida, favorece el consumo- y primar los pactos sobre la confrontación y los maximalismos.

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