Tras ser el socio del euro que más ha tardado en recuperar el PIB precovid, España acelera hasta el extremo de que se convertirá este año en el país avanzado con un mayor crecimiento. Las previsiones revisadas del FMI permiten otear el horizonte con optimismo ... al apuntar una expansión del 2,5% -casi el triple del 0,9% de la Eurozona y cuatro décimas por encima de los cálculos del Gobierno- y confirman la solidez de nuestra economía pese a las incertidumbres desatadas por la guerra en Ucrania y a que las subidas de tipos para combatir la inflación empiezan a frenar la actividad global.

Publicidad

Detrás de la mejora en un punto de esas estimaciones está el empuje del turismo, con una demanda disparada a raíz de la pandemia, que no debe ser óbice para abrir una reflexión sobre la necesidad de modernizar el sector y caminar hacia un tejido productivo menos dependiente de él. El buen comportamiento de la economía -en particular, del empleo- en unas circunstancias muy complicadas desmiente los discursos tremendistas reiterados en los últimos meses y será puesto a prueba con el ineludible recorte del déficit y de la deuda pública al que habrá de enfrentarse el país a corto plazo por imposición de la UE.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad