El empleo ha vuelto a evidenciar su fortaleza al alcanzar un nuevo récord en el tercer trimestre pese a la ralentización de la actividad, los altos tipos de interés y el repunte de la inflación. Los 21,26 millones de ocupados que estima la EPA ... en España, tras un aumento de 209.000 en verano, contrastan con un sorprendente ascenso del paro en 92.700 personas en un periodo en el que suele caer. Tal contradicción se explica por un desmesurado crecimiento de la población activa -la que trabaja o busca hacerlo-, que puede obedecer a que la pérdida de poder adquisitivo empuja a insertarse en el mercado laboral a miembros de familias hasta ahora alejados de él o al incentivo que supone su facilidad de absorción. Sea como fuere, una tasa de desempleo del 11,84% -muy superior a la de la UE y también a la de Euskadi, que ha dejado de ser la comunidad con la más reducida- invita a evitar cualquier atisbo de triunfalismo al poner de manifiesto el amplio margen de mejora existente, sin que ello suponga menospreciar los muy relevantes avances registrados en condiciones muy adversas. La próxima prueba de fuego será el enfriamiento de la economía que ya sufren varios países de la UE.

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