La concesión del Mundial de Fútbol de 2030 a España, que encabeza una candidatura conjunta con Portugal y Marruecos, constituye un éxito deportivo y diplomático que habrá de ser refrendado con una organización a la altura de las exigencias de un evento del que ya ... fue sede en 1982. Un desafío que a partir de la próxima edición tendrá las dificultades adicionales derivadas de la participación de 48 selecciones, frente a las 32 actuales.

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La decisión de la FIFA premia el trabajo de la Federación y del Gobierno sin que, en contra de extendidos temores, se haya visto afectada por el escándalo de Luis Rubiales. Es posible que la firme reacción ante ese caso haya compensado sus efectos nocivos en la pugna por el torneo. A favor de nuestro país ha jugado la retirada de Arabia Saudí, cuya apuesta por el fútbol de la mano de una millonaria riada de petrodólares, ha convulsionado este deporte con fichajes de megaestrellas. El principal rival era la candidatura formada por Uruguay, Argentina y Paraguay, que contaba con la baza de que en 2030 se cumplirá un siglo del primer Mundial, disputado en el primero de esos países. La FIFA les ha compensado con la insólita cesión de tres partidos.

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