Los mil millones de euros para invertir de los que disponen las tres fundaciones propietarias de Kutxabank -las antiguas cajas de ahorros- auguran un apreciable refuerzo de su protagonismo en la industria vasca mediante la entrada en el capital de empresas. Esos recursos, acumulados gracias ... al fuerte aumento de los beneficios del banco al calor de la subida de tipos, deben contribuir al arraigo de compañías en Euskadi, a ayudarlas a crecer y, en su caso, a poner en marcha nuevos proyectos. Aunque BBK, Vital y Kutxa han de guiarse por criterios de rentabilidad y prudencia en el manejo de sus fondos, el impulso al tejido productivo del entorno y a la creación de riqueza, así como el mantenimiento de una amplia Obra Social que exhiben con legítimo orgullo, forman parte de su razón de ser y de la singularidad de su modelo. El músculo financiero con el que ellas cuentan, aunque limitado en su cuantía y por las exigencias del BCE, se echa en falta hace años para anclar grupos estratégicos en nuestra comunidad y reforzar su industria, en la que la banca tuvo una notable presencia. El acierto de esas futuras inversiones se dejará sentir en sus cuentas, pero también en la economía vasca.
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