El inédito encuentro celebrado ayer en Ajuria Enea entre el lehendakari y los presidentes de Galicia, Asturias y Cantabria permitió constatar la existencia de intereses compartidos entre sus comunidades y se saldó con la creación de un heterogéneo frente autonómico para defenderlos ante la UE. ... Un 'lobby' atlántico que nace con la peculiaridad de que sus impulsores -Iñigo Urkullu (PNV), Alfonso Rueda (PP), Adrián Barbón (PSOE) y Miguel Ángel Revilla (PRC)- pertenecen a cuatro formaciones distintas, lo que le otorga un alto valor político y contrasta con la insufrible polarización que sacude el país. Esa singular conjunción de esfuerzos, en la que la búsqueda de mejoras para los respectivos territorios se antepone a las diferencias ideológicas, está justificada por el riesgo de que la cornisa cantábrica quede relegada una vez más en la toma de decisiones de una importancia clave para su futuro. Un peligro existente en diversos ámbitos, aunque muy especialmente en la alta velocidad ferroviaria.
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Resulta injustificable que, treinta años y medio después de que entrara en funcionamiento, el AVE siga sin llegar a Euskadi y a las regiones vecinas más próximas. Al lastre para la movilidad y la competitividad de las empresas que supone tal situación puede sumarse otro de gran envergadura para todo el Norte del país si se confirma el significativo retraso en la conexión de la red española y la europea a través de Irún. Francia se había comprometido con la Comisión a inaugurarla en 2030. Ahora anuncia para 2042 el tramo Burdeos-Dax, sin que ni siquiera exista una fecha aproximada para el enlace con la frontera. El llamamiento de los cuatro presidentes autonómicos a Bruselas y al Gobierno español a «forzar» al Elíseo a cumplir los planes previstos en unas obras consideradas estratégicas por la Unión constituye una ambiciosa primera prueba de fuego sobre la eficacia del recién nacido grupo de presión.
El 'lobby' gestado ayer en Vitoria representa también una llamada de atención a Pedro Sánchez, ya que refleja una cierta sensación de agravio en comunidades de diverso signo ante el pujante eje mediterráneo, que cobraría una sustancial ventaja ante el atlántico si se confirmara el aplazamiento de la conexión del tren de alta velocidad con Francia a través de Irún. Unas comunidades que han decidido ir de la mano para ser más fuertes ante la UE, pero también ante Madrid.
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