Justicia y dignidad

El exproductor de cine Harvey Weinstein seguirá encarcelado para cumplir una condena por violación, aunque un tribunal de Nueva York revocó ayer la histórica sentencia de 23 años de prisión que le fue impuesta en 2020, tras la oleada de denuncias que desató el movimiento # ... MeToo, por permitir el juez que varias de sus acusadoras testificaran sobre acciones ajenas al caso. El garantismo de la Justicia, incluso en los delitos más abyectos, caracteriza a una democracia, igual que debe hacerlo el castigo de las conductas criminales conforme a las leyes. Desgarradores testimonios han presentado al exmagnate de Hollywood como el prototipo de un nauseabundo machismo, impune durante décadas, que desde posiciones de dominio exigía favores sexuales a mujeres a cambio de abrirse paso, progresar o de un contrato jugoso en la industria del cine. Una situación extendida a otras actividades. Es probable que la repetición del juicio obligue a varias de las víctimas a revivir desde el estrado el horror que denunciaron. Lo que es seguro es que, a la espera de su veredicto, el paso adelante en la lucha por la dignidad que supuso el #MeToo al derribar muros de miedo y silencio no tiene marcha atrás.