La industria vasca resiste

La industria vasca ha exhibido su capacidad de resistencia al recuperar el nivel de ventas y empleo previo a la pandemia, pese a la caída ... de las exportaciones, y hacerlo en un escenario poco favorable. Este pilar básico de nuestra economía, cuya aportación es esencial para el mantenimiento del sistema de bienestar, emite señales esperanzadoras y dispone de fortalezas que le permiten afrontar con ciertas garantías una desaceleración adicional de la UE -su principal cliente-, si bien la situación de las empresas es muy dispar en función de la actividad a la que se dedican y su tamaño. La alta sensibilidad del sector al coste de la energía, a la evolución de los tipos -que el BCE se resiste a bajar hasta el verano- y a problemas en la cadena de suministros como los que puede generar la inseguridad en el mar Rojo planean sobre su futuro inmediato, que una sólida cartera de pedidos permite encarar sin alarmismos, aunque también sin excesos de confianza. Proteger a la industria, caracterizada por su competitividad y el alto valor añadido de sus productos, es defender el presente de Euskadi y su porvenir en medio del gigantesco desafío que constituye la transición energética.