La avasalladora voluntad de Donald Trump de apoderarse del escenario ya antes de tomar posesión de su segundo mandato amarga los días finales de Joe Biden. El todavía presidente de EE UU hasta el 20 de enero dejará tras de sí una economía pujante y ... crueles guerras en Oriente Próximo y Ucrania que no pudo o no quiso gestionar con más compasión por las víctimas. Ahora su ejercicio del perdón presidencial aporta más controversia a su legado. El dirigente demócrata indultó a su hijo Hunter aunque se había comprometido a no hacerlo; y acaba de batir el récord de Obama al borrar, en un solo día, 39 condenas por crímenes no violentos y reducir las penas de otras 1.500 personas. Se ha querido ver en este furor indulgente de Biden un ánimo de redención por haber impulsado en 1994, cuando era senador, una ley contra el tráfico de drogas que provocó un encarcelamiento masivo. Y el valor de recuperar para la comunidad a condenados por hechos que dejaron de ser punibles. En el debate se enfrentan la apuesta de organismos de derechos civiles por dar una segunda oportunidad al que yerra y una prerrogativa constitucional, pero vestigio del poder absoluto en una democracia.

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