La debacle electoral de ERC ha abierto en canal el partido del que depende el futuro inmediato de Cataluña. Tras el abandono de Pere Aragonès ... y la renuncia de Marta Rovira a la secretaría general, Oriol Junqueras se resiste a asumir responsabilidades en el fiasco y aspira a seguir como presidente en el congreso del 30 de noviembre pese a las voces que le instan a apartarse. Junto a la crisis en su cúpula, Esquerra está condenada a resolver, por activa o por pasiva, el endiablado dilema al que le ha abocado la aritmética parlamentaria. Favorecer la investidura de Salvador Illa, como aconsejaría su apuesta por el pragmatismo, sería contradictorio con la extendida opinión en sus filas de que le ha penalizado el apoyo a Pedro Sánchez. Pero bloquearla conduciría a una repetición de las autonómicas en la que, dado el desgarro de los republicanos, se arriesgan a sufrir un varapalo todavía mayor. Descartada una alianza con Carles Puigdemont, la voluntad de una desgastada ERC de recomponerse en la oposición no le exime de elegir entre dos opciones que amenazan con agudizar su fractura y las contradicciones entre sus dos almas enfrentadas: la izquierdista y la independentista.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Rescatados ilesos dos montañeros tras pasar la noche a la intemperie en Gredos
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.