Los detalles que van trascendiendo de la fuga de la cárcel de Alcalá-Meco de Yusef Mohamed Leherech, un sicario veinteañero que se encontraba en prisión preventiva por dos asesinatos, apuntan a una cadena de errores humanos, pero también de fallos del sistema, que obligan ... a la Inspección de la Administración penitenciaria a trazar con precisión el periplo que ha acabado con un preso acreditadamente peligroso en la calle. A identificar las responsabilidades últimas de los funcionarios que pudieran tenerlas el día de la huida de 'El Pastilla', pero además a aclarar cómo un detenido con semejante historial y clasificado por ello en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento terminó en un centro aparentemente inapropiado sin que se le aplicara, además, la vigilancia requerida. Urge una explicación de un episodio que ruboriza porque el interno recobró la libertad por su propio pie y sin valerse de ningún elaborado plan de fuga. Aunque lo realmente perentorio es encontrarle dada la envergadura de los delitos que se le imputan. Y para ello no basta con animar la colaboración de la ciudadanía, que puede haberse visto decepcionada por quienes han de velar por su seguridad.
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