El patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas puso fin ayer a la crisis que sufría la institución de referencia en la lucha contra el cáncer en España con la destitución de la que ha sido su directora en los últimos 14 años, María Blasco, ... cuestionada por su presunta responsabilidad en diferentes irregularidades. Entre ellas, un programa artístico de elevado coste económico que no parecía casar con la finalidad de una entidad concebida para el impulso a la ciencia -con una reconocida trayectoria en el campo de la salud y la biomedicina- y que, además, estaba lastrada por la precariedad de medios materiales y la fuga de investigadores. A pesar de las críticas, que incluyen acusaciones por acoso laboral, Blasco se había resistido a la salida con ataques al gerente, también cesado ayer en medio de «un clima de trabajo incompatible» con el que precisa un «centro de excelencia», según los patronos. Tras la tormenta, se impone devolver con celeridad el prestigio al CNIO, sumido demasiado tiempo en el declive. Necesita una dirección estable y, sobre todo, programas rigurosos que recuperen el crédito científico y contribuyan a mejorar la esperanza de vida de los enfermos.

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