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Con Marijaia en la balconada del Arriaga y miles de entusiastas a sus pies, la tradicional lectura del pregón y el lanzamiento del txupin decretaron ayer en Bilbao el arranque de las fiestas. Nueve días de diversión repletos de actividades para todo tipo de públicos ... que hacen bullir de alegría unas calles en las que desde hace años es creciente la presencia por estas fechas de personas procedentes de otras comunidades y países, atraídas por el tirón popular de la historia de éxito que constituye la Aste Nagusia. La conjunción de esfuerzos entre el Ayuntamiento, las comparsas y la iniciativa privada, materializada en un atractivo programa con numerosos actos gratuitos, mantiene la Semana Grande como un evento único cuya capacidad de seducción está más que probada. Los 200 delitos -leves en su inmensa mayoría- cometidos de media cada día durante la edición anterior demuestran la necesidad de reforzar las medidas de seguridad, como han hecho las instituciones. Junto a ello, desterrar cualquier tipo de agresión machista, sexual o de odio resulta imprescindible para respetar los derechos y libertades de todos y para que la Aste Nagusia sea un ejemplo no solo festivo, sino de civismo.
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