Éxito dual

Nuestra comunidad concentra la mitad de los 72 grados de ese tipo que se imparten en el país, con Mondragon Unibertsitatea a la cabeza por su propia idiosincrasia y una creciente presencia de la UPV y Deusto. La colaboración entre el ámbito de la enseñanza y compañías de diverso tamaño tiene un profundo arraigo en el País Vasco por las peculiaridades de su estructura productiva, con un fuerte peso de una industria que precisa mano de obra con características muy específicas, en cuya preparación se implica así directamente, lo que aporta beneficios mutuos. La inserción laboral superior al 90% de los alumnos de algunas titulaciones -en numerosos casos, en las mismas firmas donde se han preparado- constituye uno de los principales atractivos de la formación dual, que requiere una adecuación de los planes académicos convencionales y una intensa coordinación entre universidades, administraciones y empresas.

Los progresos de Euskadi en este terreno y sus magníficos resultados son tan innegables como la existencia de un amplio margen de crecimiento con la extensión de esta alternativa a nuevos sectores y la implicación de más compañías. Una expansión que ha de ser compatible con la máxima exigencia en la calidad educativa, ya que la excelencia formativa es una de las grandes bazas de este modelo que debería desmontar, siquiera en parte, la paradoja entre un paro juvenil todavía muy alto y una dificultad extrema para cubrir algunos puestos especializados.