Cada año, desde hace ya casi seis décadas, estos son días de encuentro con la cultura en euskera. La Azoka de Durango recupera su papel de corazón de la creación euskaldun y, a través de este escaparate privilegiado, despliega un millar de obras en forma ... de libros, discos, danza, teatro y audiovisuales. Landako Gunea en una plaza pública en la que volver a pasear entre puestos abarrotados y confiar en clásicos como Benito Lertxundi o Toti Martínez de Lezea, además de descubrir la pujanza de unos creadores jóvenes entre los que despuntan cada vez más mujeres. Artistas y productores persiguen que los visitantes compren, en vísperas de las navidades, y también que aprovechen para explorar y acercarse a propuestas que no siempre se benefician de la necesaria atención en un mercado tan competitivo. Con el recuerdo vivo de Jon Irazabal y su dirección de la Asociación Gerediaga durante más de treinta años, la Feria de 2025, la del sesenta aniversario, será un buen momento para reflexionar sobre un evento asentado con desafíos de futuro, tanto para la producción cultural como para la propia lengua vasca, y oportunidades como las traducciones y la exigente difusión digital.

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