El récord de afiliación a la Seguridad Social en Euskadi, que superó en octubre el millón por segunda vez -la anterior fue en mayo-, confirma una vez más la resistencia del mercado laboral pese a los inequívocos síntomas de enfriamiento de la economía. Ese máximo ... lo propició en gran medida la incorporación de más de 10.000 docentes -muchos de ellos, fijos discontinuos- tras la reapertura de academias y el regreso de las actividades extraescolares, pero no habría sido posible sin un buen comportamiento de los demás sectores, que aportaron otros 3.000 cotizantes. Unas cifras que contrastan con un excepcionalmente alto aumento del paro en ese mes -2.920 personas más-, concentrado sobre todo en los servicios y que solo en una pequeña parte es atribuible a la inscripción de nuevos demandantes de empleo en Lanbide por las expectativas que genera la buena marcha de la ocupación. Parece prematuro aventurar si este último dato anticipa un deterioro a corto plazo del mercado de trabajo por la pérdida de fuelle de la actividad. Su fortaleza es destacable, pero no puede ocultar problemas como los bajos salarios de los recién incorporados a él o las altas tasas de desempleo juvenil.

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