La revisión al alza de las estimaciones del INE confirma que la economía española se recuperó de la pandemia con mayor ímpetu del apuntado hasta ahora. El pasado año ya recobró el nivel precovid -no a mediados del presente, como se suponía- tras acumular desde ... 2021 un crecimiento superior en 1,3 puntos al calculado. Los datos difundidos ayer retocan, aunque no de forma sustancial, el relato de una crisis caracterizada por un brusco desplome de la actividad por su dependencia del turismo y los servicios y por un rebrote también muy intenso en cuanto quedó controlado el virus. Nuestro país sigue siendo, sin embargo, el socio del euro con la expansión más baja en ese periodo, lo que debería ahorrar triunfalismos pese al buen tono de su economía en el actual contexto de desaceleración. El mayor aumento del PIB ayudará a aliviar ligeramente la deuda y el déficit, que se miden en referencia a ese indicador, pero no impedirá algún tipo de ajuste a corto plazo para cumplir las nuevas reglas fiscales de la UE ni modifica una realidad condicionada por los altos precios de la cesta de la compra que, junto al encarecimiento de las hipotecas, reducen el poder de compra de las familias.

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