El prestigio del fútbol español por el brillante desempeño de sus principales clubes y de la selección contrasta con el deterioro reputacional causado por el 'caso Negreira' y por los turbios manejos que caracterizaron el mandato de Luis Rubiales. El registro de la sede de ... la Federación y las siete detenciones practicadas por la Guardia Civil por presunta corrupción y blanqueo de dinero -el expresidente no fue arrestado al estar en República Dominicana- representa un nuevo golpe para la dañada imagen de ese organismo, que tiene pendiente de ratificar la organización del Mundial de 2030. Supuestas irregularidades en los contratos para trasladar la Supercopa a Arabia Saudí, con la insólita mediación de Gerard Piqué a cambio de jugosas comisiones, y de unas obras en el estadio de La Cartuja apuntan a Rubiales y a varios de sus excolaboradores. El buen nombre de nuestro deporte impone el total esclarecimiento de este escándalo, que hace aún más necesarias unas elecciones que aporten aire fresco a una federación aún en manos de fieles al expresidente siete meses después de que su beso no consentido a Jenni Hermoso acabara con una etapa oscurantista y repleta de sospechas que apestan.
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