La COP29 que afronta la financiación de los Acuerdos de París, en un año en el que la Tierra alcanza récords de calentamiento, se resiente de las injustificables ausencias de líderes como Ursula von der Leyen, Lula da Silva o Joe Biden que parecen dar ... la razón a la renuencia de la China de Xi Jinping o la Rusia de Vladímir Putin. Como si las necesidades de un mundo gravemente afectado por el cambio climático carecieran de relevancia frente al interés de crecer a costa de lo que hace posible la vida. Los significativos desaires facilitan que algunos de los presentes en Bakú olviden que las soluciones necesitan a las naciones más contaminantes. Al abrir la cumbre, el secretario general de la ONU trasladó que la Humanidad está perdiendo la carrera por la sostenibilidad. La propuesta de nuevos gravámenes al transporte marítimo, la aviación y la extracción de gas y petróleo, para sufragar el esfuerzo de los países en desarrollo exigiría a António Guterres una labor previa a su enunciado desde la tribuna pública. Porque esos tributos forman parte de las atribuciones de las instituciones nacionales en un momento en el que ningún Gobierno está dispuesto a ponerse por delante.

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