El tirón del turismo, con un peso limitado en nuestra comunidad, solo permite al Gobierno vasco mantener las previsiones de crecimiento económico con las que elaborará los próximos Presupuestos, no mejorarlas como ha hecho el Ejecutivo central, cuyas nuevas estimaciones -el 2,7% para este ... año- han sido ampliamente rebasadas por ahora. Las cifras presentadas ayer por el vicelehendakari Mikel Torres apuntan un escenario de estabilidad en el que la expansión de Euskadi será este ejercicio ocho décimas inferior a la de España, una brecha que se acortará a tres décimas el próximo: 2,1% frente a 2,4%. Junto a las diferencias estructurales del tejido productivo, la debilidad de la industria -afectada por el estancamiento de Alemania y Francia- explica ese dispar comportamiento; y sus perspectivas de leve mejoría a corto plazo, además del moderado auge de la inversión, del sector manufacturero y del consumo, el repunte esperado para 2025. La economía vasca sigue ofreciendo muestras de solidez. El espectacular empuje del turismo aporta brillo al PIB nacional, pero el crecimiento adicional que ofrece, sin tener los pies de barro ni ser despreciable, carece de la deseable consistencia.

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