La nueva subida de los tipos de interés por el Banco Central Europeo sitúa el precio del dinero en el 4,5%, desconocido desde hace 22 años. No por unanimidad sino por mayoría, Fráncfort prioriza el objetivo de ajustar cuanto antes la inflación, frente a ... la creciente preocupación por el estancamiento de la Eurozona. La previsión de un IPC del 5,6% para este año ofrecía un argumento demasiado contundente como para que el BCE renunciara a una nueva alza, que podría ser la última según pareció sugerir Christine Lagarde. Tratar de frenar el encarecimiento del coste de la vida elevando el euríbor no solo desconcierta a millones de personas. Traslada además al conjunto de las instituciones la perspectiva de que deberán atender los efectos no deseados de la contención monetaria con iniciativas que los palíen. El organismo comunitario necesita dar credibilidad al canon del 2% de inflación máxima, pero parece imposible que en el empeño no se sigan generando situaciones adversas para la recuperación general y el bienestar de personas y familias como los 120.000 vascos con hipotecas variables que afrontan un nuevo revés de entre 300 y 400 euros más al mes.
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