Crisis en Osakidetza
Editorial ·
El pulso en Gipuzkoa no se explica sin un profundo malestar de los sanitarios con una gestión que ha deteriorado la calidad asistencialel correo
Martes, 6 de diciembre 2022, 00:04
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Editorial ·
El pulso en Gipuzkoa no se explica sin un profundo malestar de los sanitarios con una gestión que ha deteriorado la calidad asistencialel correo
Martes, 6 de diciembre 2022, 00:04
Osakidetza afronta una crisis sin precedentes a raíz del descabezamiento de la organización sanitaria de Donostialdea por la destitución de sus dos máximas responsables y la posterior dimisión de otros altos cargos en señal de protesta. La insólita carta abierta en la que una treintena ... de jefes médicos de ese área se rebela contra la medida, exige el fulminante relevo de la dirección del Servicio Vasco de Salud y arremete contra la consejera Gotzone Sagardui retrata la magnitud del conflicto. Su gravedad exige explicaciones inmediatas por parte del Gobierno vasco. Resulta incomprensible que Sagardui eludiera ofrecerlas ayer, más allá de expresar que las personas cesadas «no compartían el proyecto común» de su departamento, y se empeñara en que la ciudadanía comulgue con ruedas de molino que representan un insulto a la inteligencia, como que se trata de cambios «habituales» sin mayor relieve. La desmienten los hechos y que su comparecencia urgente estuviese precedida de un encuentro con el lehendakari para analizar la situación en la sanidad pública.
La consejera negó el supuesto detonante del incendio -que el hospital Donostia vaya a dejar de ser centro de referencia en el cáncer peritoneal, del que también se encargaría Cruces-, aunque admitió que está «valorando la posibilidad» de concentrar servicios para «mejorar la calidad asistencial». El polémico traslado de la cirugía cardíaca de Basurto al centro baracaldés ha sido bloqueado por los tribunales. Posibles agravios territoriales y profesionales no justifican la virulenta respuesta en Gipuzkoa sin un profundo malestar enquistado entre los sanitarios por un modelo de gestión que creen nocivo y que, a su juicio, los ningunea. Y sin el desgaste que acumulan por la pandemia y por una sobrecarga asistencial posterior agudizada por una falta de médicos que ha puesto al borde del colapso los ambulatorios, tensionado los hospitales y engrosado las listas de espera.
El resultado es un apreciable deterioro en los servicios prestados por Osakidetza, percibido con visible descontento por sus usuarios y que sus responsables han sido incapaces de corregir. La antigua joya del autogobierno vasco ha perdido su brillo y derribado el mito de la excelencia gestora del PNV. Sagardui ha de rendir cuentas ante el Parlamento por la crisis en la OSI de Donostialdea y por la negativa deriva de la sanidad pública, que era un orgullo de Euskadi y empieza a ser un serio problema.
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