Las chanzas de la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, a propósito de las excarcelaciones de violadores y las rebajas de penas auspiciadas por la ley del 'solo sí es sí' constituyen una intolerable afrenta a las víctimas ... y son impropias de la alta responsabilidad que ejerce en un Gobierno que se autodefine como feminista. Frivolizar con un asunto tan serio entre carcajadas y con unas palabras y un tono absolutamente inapropiados, como ha hecho la dirigente de Unidas Podemos, va mucho más de lo admisible a un cargo público a quien se le presupone, además, una especial sensibilidad hacia los derechos de los mujeres.

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Es lógica la indignación expresada ayer por varias ministras socialistas, la oposición y organizaciones feministas. Por contra, resulta escandaloso que, lejos de rectificar y excusarse, Rodríguez se escude en «bulos» y «manipulaciones» que solo existen en su imaginación. Su injustificable salida de tono adquiere mayor gravedad al coincidir con un negro arranque de año en el que cinco mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex. Pedro Sánchez hará bien en valorar si la secretaria de Estado debe permanecer en su puesto.

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