Ambiciosa reforma
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La necesaria adecuación de la RGI a la nueva realidad de Euskadi debería concitar un amplio acuerdo político y socialel correo
Viernes, 14 de mayo 2021, 00:59
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Editorial ·
La necesaria adecuación de la RGI a la nueva realidad de Euskadi debería concitar un amplio acuerdo político y socialel correo
Viernes, 14 de mayo 2021, 00:59
Euskadi dispone de un sistema de protección social entre los más avanzados de Europa, que se ha revelado eficaz para combatir la pobreza y favorecer la inclusión de los sectores más vulnerables. La renta de garantía de ingresos (RGI), pionera en su día, constituye un ... eje fundamental de ese modelo. El hecho de que sea una referencia fuera de nuestra comunidad y haya inspirado, por ejemplo, la implantación del ingreso mínimo vital en toda España no elude la necesidad de revisar su regulación para adaptarla a las nuevas realidades de convivencia extendidas en los últimos años, modernizar su funcionamiento y facilitar la inserción laboral de sus beneficiarios. La ambiciosa reforma que prepara el Gobierno vasco va en este sentido y se inserta en una profunda transformación de Lanbide, que constituye un desafío de primera magnitud del que depende en buena medida el éxito de la iniciativa.
El anteproyecto mejora la protección de determinados colectivos, refuerza los controles y aspira a agilizar la gestión de la RGI mediante un imprescindible salto en la digitalización de un Servicio Vasco de Empleo saturado por la burocracia asociada a esa prestación. Su carácter indefinido -no será preciso renovarla a los dos años-, el establecimiento de un nuevo sistema para fijar su cuantía y la supresión del límite de dos ayudas por domicilio son otras de las novedades. Uno de los grandes retos de la reforma consiste en el compromiso de habilitar un programa personalizado de inclusión laboral o social para cada perceptor, y de presentarle en el plazo de dos años una oferta de trabajo o formación acorde a sus características. Esta previsión intenta corregir un notable déficit del actual modelo: la escasa empleabilidad de sus beneficiarios. Un objetivo al que Lanbide podrá destinar más recursos gracias al desarrollo de cauces de relación virtual con sus usuarios. La puesta en marcha de una Unidad de Inspección, junto a otras medidas, debería reducir un fraude que, aunque mínimo, alienta un populismo que distorsiona la realidad de la RGI.
Aunque, tras el frustrado intento de la pasada legislatura, el Gobierno vasco goza de una mayoría absoluta que garantiza la aprobación de la ley, la relevancia de la reforma aconseja un acuerdo de amplio espectro en torno a un pilar de nuestro modelo de bienestar que, al garantizar la subsistencia de los más desfavorecidos, debería ser motivo de orgullo para toda la sociedad.
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