Alta tensión enquistada

La voluntad de recuperar «cuanto antes la normalidad» en las relaciones con Marruecos, reiterada ayer por la ministra portavoz María Jesús Montero, parece difícil que obtenga resultados positivos a corto plazo. El líder del Frente Polisario declaró ante la Audiencia Nacional. El hecho de que ... el juez rechazara imponerle medidas cautelares indica que podrá abandonar el país una vez restablecido del covid. Una circunstancia que incomodará a Rabat, aunque si algo queda claro en el torrente de comunicados al que las autoridades marroquíes se han entregado en las últimas horas es que dan por amortizado el episodio de Brahim Ghali y que el auténtico desencadenante de la apertura de la frontera a 10.000 chavales desesperados fue la pretensión de que España reconozca la soberanía del Gobierno de Mohamed VI sobre el Sáhara Occidental. Al estilo del paso dado por los EE UU de Trump y mantenido de momento por Biden. Algo inaceptable para el Ejecutivo español. La tensión bilateral sigue alta sin que puede otorgarse credibilidad a la «orden» del rey marroquí para «solucionar» la situación de los menores no acompañados en países europeos mientras bloquea la expulsión de sus nacionales desde Ceuta.