La tragedia de la residencia de mayores de Moncada, con seis fallecidos y varios hospitalizados, concentra de nuevo la atención en la indefensión y la impotencia extrema en que pueden llegar a encontrarse personas con movilidad reducida y sobre todo grandes dependientes en cualquier situación ... de crisis. Un incendio focalizado en una habitación fue suficiente para acabar con la vida de quienes dormían en ella y con la de residentes próximos, extendiendo el pavor a todo el geriátrico. El terrible accidente, que hace inevitable recordar los estragos que las primeras embestidas de la pandemia causaron entre los mayores institucionalizados, y que esta sexta ola continúa prolongando no debe llevar a las administraciones públicas y al conjunto de la sociedad a metabolizar lo ocurrido como si se tratase de una fatalidad ineludible. La investigación judicial debe esclarecer, con la mayor diligencia y transparencia, las causas y circunstancias del siniestro para evitar en lo posible que un hecho tan trágico vuelva a repetirse. Entretanto, la cadena humana de efectivos de emergencias que evacuó a los afectados en medio de un humo mortal merece todo el reconocimiento.
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