El acercamiento entre el Gobierno y el PP de Pablo Casado permitió la renovación del consejo de administración de RTVE, a la espera del acuerdo para la composición del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y el nombramiento del Defensor del Pueblo. Asegurar ... el funcionamiento de los órganos constitucionales del Estado es un deber ineludible para el Legislativo y todos sus grupos sin excepción. Tras casi tres años de injustificable interinidad por la pugna entre las dos principales formaciones, la renovación periódica de las instancias no debería soslayarse nunca más. Pero después de tanto tiempo de espera era exigible superar el mero reparto bipartidista de puestos en favor de la elección de las personas más idóneas en su cometido, que no es representar intereses de partido. La composición del consejo de RTVE resulta en ese sentido decepcionante. Un ente público con un presupuesto cubierto casi totalmente por las cuentas del Estado, una plantilla de 6.300 profesionales y una gran relevancia en el ámbito audiovisual no puede ser dirigido y supervisado por un equipo formado por periodistas y académicos sin experiencia en gestión ni en los cambios que implica la digitalización del sector.

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