Duelo más o menos

Furgón de cola ·
Se sabe el día en que se homenajeará a las víctimas, pero no cuántas víctimas hay

Pablo Martínez Zarracina

Jueves, 18 de junio 2020, 00:34 | Actualizado 07:27h.

Cuando a la política le da por manejar sentimientos nobles hay que tener cuidado. La reacción suele ser exotérmica. O sea, que todo explota. La ... muestra de duelo, por ejemplo, es la clase de cosa que debe hacerse con discreción y modestia, esquivando el protagonismo. Y teniendo cuidado con no resbalar, porque alrededor de lo solemne todo es ridículo. En mayo, cuando ya estaba claro que uno de los remedios más efectivos contra el coronavirus era el luto oficial, en Madrid la Comunidad y el Ayuntamiento se apresuraron a colocar en Cibeles un pebetero en homenaje a las víctimas de la epidemia. En su base, una inscripción con una tipografía propia de una invitación a un cumple infantil: «Vuestra llama nunca se apagará en nuestro corazón». Un día después, por supuesto, la llama estaba apagada. La bombona de butano, al parecer. Se había quedado seca. Y allí estaban los operarios, con las bombonas naranjas de repuesto, intentando que la llama poética cogiese fuerza.

Ayer, Pedro Sánchez aprovechó una ocasión extraña -una respuesta parlamentaria al líder de la oposición- para anunciar que la ceremonia de homenaje de Estado a «los 27.000 compatriotas» que han muerto en la epidemia de coronavirus será el 16 de julio. Pablo Casado identificó la oportunidad y le recordó al presidente que las víctimas son «al menos 43.000». La posibilidad de que un homenaje oficial se realice por un número de víctimas indeterminado que oscila entre 27.000 y 43.000 es asombrosa. Hace pensar en algo muy raro: una sociedad que aún no ha descubierto el ábaco y considera la aritmética un movimiento artístico de vanguardia.

La explicación del sinsentido tiene que ver con que el Gobierno lleva tres semanas sin actualizar la cifra oficial de fallecidos por la enfermedad. A veces explica que sigue las instrucciones de los organismos internacionales y a veces que todo depende de los datos que envían las comunidades autónomas. Mientras tanto, España desaparece de algunas de las bases de datos mundiales más serias porque sus números no resultan creíbles. De los 27.000 muertos que ayer dio por oficiales el presidente ya hablábamos el 17 de mayo. Quienes hayan fallecido desde entonces son por ahora algo así como el soldado desconocido.

Turismo

Surf interior

El CIS vaticina que el 65% de los españoles este verano no se va de vacaciones. Por temor al coronavirus. Por temor a la economía. Por todo a la vez. Ayer, en la conferencia empresarial de la CEOE, el presidente de Viscofan advirtió contra la «euforia vacacional» y avisó de que viene un otoño duro: «Este año las vacaciones debe tomarlas el que pueda y cuando pueda. Las cosas no están para bromas». El Gobierno vasco propone el término medio. Una cosa es no visitar Indochina y otra no disfrutar del entorno. «Redescubre Euskadi», nos dicen. Turismo interior. Pues tampoco suena mal. Recuerda un poco al viaje interior, que era una cosa relacionada con la meditación e imagino que también con los alucinógenos. Quizá lo sabio este verano sea eso: el turismo interior. Lo malo es que, si en pleno trance nos agitamos, hacemos ruidos raros y echamos espuma por la boca, no se sabrá si es un colapso o si es surf introspectivo.

PSE

Gran líder

Recuerdo un mitin en Barakaldo, año 2012, en el que Felipe González salió ante un público anhelante de épica, siderurgia y socialismo y se puso a hablarles de Mitt Romney, Draghi, Sarkozy y un ministro de Sudáfrica. Ayer Denis Itxaso y Eneko Andueza le pidieron al partido que controle al presidente histórico tras sus críticas al Gobierno. Lo nunca visto. Puedo imaginar a González en su taller de joyería, afinando una pieza mientras repite esos nombres que nada le dicen (Itxaso, Andueza...) y ordena que se encargue Juan Mari Bandrés.