Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La celeridad con la que actuó Pedro Sánchez para trabajar el acuerdo con Iglesias pilló de sorpresa a casi todos y descolocó a los adversarios de la derecha y grupos de presión. Aunque en la práctica el acuerdo, como se sabe, carece de viabilidad si ... no se logra la abstención de ERC, aun así, la derecha, salvo Vox, ha reaccionado nerviosa con pronunciamientos confusos como si algo estuviera fuera de su control. Las presiones internas y externas se dejan notar en los posicionamientos de los dirigentes populares.
Casado se comprometió a no favorecer la investidura de Sánchez. Así lo ratificó Teodoro García la misma noche electoral. Pero una vez conocido el 'preacuerdo', surgieron las voces de peso, exigiendo un cambio de estrategia. Salió Aznar proponiendo un gobierno de concentración con PSOE y Cs. El presidente de Galicia propuso la abstención patriótica. Presiona la CEOE, presionan los medios próximos para impedir que se dé paso a un Ejecutivo de izquierdas.
Todo esto hace mella en Casado, que no sabe cómo salir de este atolladero. Y nos descubre la alternativa «investidura versus gobernabilidad», diciendo que el PP estaría dispuesto a favorecer la gobernabilidad con un pacto que incluya las cuestiones de Estado, pero que no facilitaría la investidura. Y uno se pregunta: ¿Si Sánchez realiza el pacto de gobernabilidad con el PP, con quién piensa Casado que puede sacar adelante la investidura el candidato socialista? Esto no es serio. No responde más que a la urgencia de tener que dar carpetazo de forma improvisada y errática a un debate que se ha abierto en el PP en una situación que les descoloca y les produce incomodidades en su electorado.
Como última novedad al líder popular se le ha ocurrido la idea de la 'investidura circunstancial'. Es decir, que Sánchez se desentienda del acuerdo con Iglesias y que intente una investidura circunstancial y que si lo consigue, el PP estaría dispuesto a echar una mano. Casado sabe que si, ahora, se desdice de sus compromisos y facilita la investidura socialista, el electorado que mantiene una frontera permeable con Vox se le va. También sabe que el camino emprendido por Sánchez junto a Iglesias ya no lo puede impedir el PP. Al igual que Sánchez sabe que su investidura solo es posible con el acuerdo con UP y la negociación con ERC que permita su abstención. Por cierto, el sondeo último del Centro d'Estudis d'Opinió recoge que el 68% de los españoles apuesta por solucionar el conflicto de Cataluña con diálogo y negociación. Un dato que debería tenerse en cuenta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.