La contracumbre del G-7 muestra la unidad de acción del soberanismo vasco y catalán

En el debate, presentado por el dirigente de Sortu Pernando Barrena y titulado 'Diálogos entre naciones sin Estado', también participó el presidente de la Asamblea Regional de Córcega (Francia), Jean-Guy Talamoni, que al igual que la dirigente catalana intervino por videoconferencia.

En el programa original de la contracumbre del G-7 -que se celebra estos días a ambos lados de la muga para denunciar la presencia de los principales líderes mundiales en Biarritz-, el debate que ayer estaba previsto en el cine Les Variétes de Hendaya. Sin embargo, ante la previsión de que los accesos a esta ciudad de Iparralde estuvieran colapsados, los organizadores optaron por celebrarlo en una de las salas de Ficoba. El acceso al recinto ferial de Irún pudo realizarse sin problemas y, finalmente, cerca de 700 personas llenaron la sala para presenciar en directo un coloquio que se prolongó durante cerca de dos horas.

Tanto Otegi como Rovira defendieron durante sus intervenciones la necesidad de «independencia» de un Estado español que calificaron de «irreformable e inmovilista». En su discurso, el coordinador general de EH Bildu sostuvo que «la deriva natural del Estado español va a ser la autoritaria» por lo que, en su opinión, «no hay posibilidad real de que exista una evolución democrática que resuelva, en términos estructurales, los grandes déficits que tiene». En este contexto, advirtió de que «podrá haber un lapsus de gobiernos más o menos progresistas» en los que su formación tendrá que «comprometerse o no». Ante esta situación, el dirigente soberanista apostó por una alianza de izquierdas «lo más amplia posibles» que deberá partir de un «programa de mínimos» para combatir «la ola de autoritarismo» en Europa.

Otegi aseguró que su formación tiene «una hora de ruta para el futuro» de Eukal Herria, «un pueblo pequeño, pero grande a la vez», que ya cuenta con un proyecto transformador de liberación nacional y social, que es el mejor que se corresponde a la mayoría de este país, y en eso vamos a seguir trabajando».

Por su parte, Marta Rovira, aseguró que en Cataluña el movimiento independentista «es cada vez más transversal y suma más perfiles sociológicos distintos» de personas que «han llegado a la conclusión de que para alcanzar la justicia social sólo hay una vía: la independencia». «Pero no como un fin, sino como una herramienta para acceder a los recursos necesarios», afirmó. La dirigente, que se conectó a la conferencia desde Bélgica, aseguró que el movimiento independentista en Cataluña «está en crecimiento» y lo atribuyó «más allá de cuestiones identitarias» a que «el Estado no ofrece ningún proyecto para alcanzar igualdad de oportunidades y la justicia social».

En este sentido, Rovira señaló que los políticos catalanes «lo hemos intentado todo», al tiempo que lamentó que «nos hemos encontrado con un Estado que protege los privilegios de una minoría, de una casta política oligopólica que extrae del erario público muchos recursos en beneficio» de unos pocos.