El pasado sábado, durante la ceremonia de entrega de los Premio Gaudí, el guionista de 'Casa en flames', Eduard Sola, se declaró «orgullosamente charnego» al recoger su estatuilla. Recordó sus raíces andaluzas y habló, con la voz entrecortada, de su abuelo: «Si él era analfabeto ... y yo me dedico a escribir es porque algo ha pasado, y eso se llama progreso». «Si estoy aquí delante recogiendo un Gaudí no es gracias solo a mí, sino a la escuela pública. Si yo me dedico a escribir es que algo estamos haciendo bien», añadió.
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Comparto su visión y su emoción, que apelaba a quienes están, como él, orgullosos de ser charnegos o a quienes, como es mi caso, lo estamos de ser hijas de maquetos. Creo que a cada paso hacia adelante que damos, miramos hacia atrás para brindarles nuestros pequeños éxitos. Desgraciadamente, nos van faltando, por eso mismo hay que recordar que hicieron frente a muchas complicaciones y a algunas hostilidades, y volver a repetir que nos sentimos orgullosos, muy orgullosos, de ellos.
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