Durante las últimas décadas del régimen de Ceaucescu, unos 20.000 niños murieron en orfanatos rumanos. Tras el asesinato del dictador, se difundieron unas imágenes ... de bebés en aquellos centros que conmocionaron al mundo. A lo largo de la década de 1990, muchos fueron adoptados por familias extranjeras. Los pequeños, debido a la ausencia extrema de afecto originada por una infraestimación de la importancia del cariño que no proveyó de medios humanos a los orfanatos, habían desarrollado comportamientos autistas. Recientemente he sabido que, superada una ventana de edad, esos problemas son irreversibles. La atención y el amor que sus nuevas familias les profesaran no podrían ya sacarlos de la oscuridad por completo, pero hizo de sus vidas algo humano. El daño que supuso a aquellos pequeños crecer sin el afecto necesario es la más triste evidencia de la importancia que tienen el amor y los cuidados. La maldad no acuna, la crueldad no arrulla, no permitamos que al mundo se le endurezca el corazón.
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