Tiene razón Teodoro García Egea sobre que los verdaderos tránsfugas eran los otros, los de la rubia (si no de Ciudadanos, sí del pacto firmado con el PP). Hay que reconocerle también que no estaba a por uvas (a por olivicas) sino que se marchó ... como un estratega andante a desfacer entuertos en Murcia. Pero que no se venga muy arriba. Ahora sale por tuits, por entrevistas y por peteneras. En un tuit, a propósito de una encuesta que no da al PP de Madrid la mayoría absoluta, dice que les permite gobernar en solitario. Por sus santos melocotones de Cieza, no te digo. En una entrevista, sobre un necesario pacto con Vox, dice henchido: «En Madrid queremos pactos con los ciudadanos». «No queremos el apoyo de nadie más que los madrileños». Vale, la jugada le ha salido bien, pero Isabel Díaz Ayuso debería mantener lejos a Casado y Teodoro en la campaña. Tener cerca de ella a Casado o a Teo no va a ser bueno. Mejor que enseñe a Bolbo, su perro.
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