Ahora, cuando voy al gimnasio, si voy, no lo hago a las siete de la mañana con todas esas mujeres necesitadas de hacer ejercicio antes de irse a trabajar. Ahora, si voy, lo hago a esa hora tonta de las diez y media u once. ... Todas parecen señoras desocupadas (es un gimnasio 'hombres free', salvo el estorbo de los monitores). Claro que yo podría también parecerlo, pero es posible que a esa hora no solo haya vuelto de la radio sino que haya escrito dos columnas. Pero no hablemos de mis miserias madrugadoras. A veces veo a Carmen Maura en una bicicleta. Una cosa tranquila, de señora mayor. Hace meses me fijé en una chica grandota que se machacaba y levantaba unos discos pesadísimos sobre el abdomen. Tenía un culazo y unas patorras como las columnas de Karnak. Era Nathy Peluso. Este fin de semana salió en un reportaje exhibiendo las piernas como si fueran las de Cyd Charisse. Basta de 'piernarcado' escuchimizado. Vivan las patorras de la Peluso.

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