Ayer vi una cola muy larga para comprar yogur. Según he leído, la gente hace colas de 40 minutos porque alguien ha dicho en TikTok que en tal sitio venden el mejor té o el mejor yogur. El comportamiento humano es, en muchas de sus ... actividades, incomprensible.

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He ido al último libro de Andrés Amorós, 'Filosofía vulgar' (Fórcola), a ver si algún refrán me explicaba esas colas. Me centro en el apartado referido al individuo, pese a que en este caso tenga que ver con la masa (aunque sea masita). «Cada uno es cada uno». Y recuerda a Maquiavelo («La multitud es más sabia y constante que un príncipe»), a Tito Livio («Nada es más vano e inconstante que la multitud») o a Alcuino dirigiéndose a Carlomagno: «El desenfreno del vulgo está siempre cercano a la locura». Un dicho moderno. De Diana de Gales: «Podría recorrer millas para conseguir un sándwich de beicon». Ya. ¿Pero harías una cola? Vale, ella quizá sí. El comportamiento humano es asombroso.

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