Nadie es perfecto

Pero estoy a punto de liberarme de ese miedo: a partir de ahora, cuando me quede paralizada ante el folio blanco, voy a seguir la técnica empleada por un italiano espabilado y perezoso que ha escrito un libro llamado 'Por qué Salvini merece confianza, respeto y admiración'. Pagas 6,99, te llega a casa, lo abres y está lleno de hojas en blanco con rayitas, como una libreta de colegial. Igual que la broma, que es de parvulario. Pero funciona: cualquiera que quiera leer sobre las cualidades de Salvini se merece que lo timen.

El libro es el más vendido de la sección de Ciencias Políticas de Amazon en Italia, aunque la descripción advierta: «Este libro está lleno de páginas vacías. Pese a años de investigación, no hemos podido encontrar nada que decir sobre este tema, así que por favor sentíos libres de utilizar este libro para los apuntes». Como libreta, es más barato que una Moleskine. Y más inspirador: voy a empezar a dejar columnas en blanco titulándolas 'Por qué Fulanito merece confianza, respeto y admiración'. Y como nadie es perfecto, ni siquiera Billy Wilder, ni siquiera aquellos que creen que lo son, lo haré alfabéticamente, que seguro que puedo ir desde Aarón hasta Zoraida sin encontrar a alguien que se merezca las tres cosas juntas. Ya tengo escritas las próximas columnas. A ver si cuela.