Entre guerritas populares y guerras internacionales, una noticia distinta: Turquía no quiere que la confundan con un pavo. Quiere que la llaman Türkiye y no Turkey, como en inglés (idioma dominante en el mundo y en Google) se llama también el ave que los estadounidenses ... se zampan el Día de Acción de Gracias (era un bicho salvaje que los colonizadores encontraron y que les recordaba a la pintada común, que llegaba del imperio otomano).

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En español podremos seguir llamándolo Turquía (#GraciasErdogan). En 'Inventing Anna' hay una escena donde la periodista y la traductora hablan con un carnicero alemán. Les dice que ni los rusos ni los turcos se integran mucho. Y ellas, con el aire de dignidad que da la agenda 'woke' en las series de hoy, le dejan la salchicha que habían comprado. Mira. De los problemas del mundo, éste es el que menos me importa. De todos los pavos del mundo (nacionales e internacionales), ahora Erdogan está al final de la cola.

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