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Ni un paso atrás

Ni un paso atrás

La sociedad puede fijarse metas más ambiciosas que las planteadas hace 42 años

Lunes, 7 de diciembre 2020, 23:13

No es el propósito de una constitución establecer las bases para procurar la felicidad universal. Ni siquiera para que los que viven a su cobijo ... sean justos y benéficos, como ingenuamente pretendía la primera Constitución moderna que se dieron en las Cortes de Cádiz los españoles. Simplificando un poco, arriesgo esta opinión personal: con mejorar la situación preexistente en términos de libertad, seguridad, bienestar y educación, y reducir la desigualdad en el acceso a esos bienes de la ciudadanía, ya se puede decir que una constitución sirve y merece celebrarse.

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