Una de las primeras declaraciones de la Premio Nobel de la Paz, la periodista filipina María Ressa -galardonada este año junto con su colega ruso ... Dmitry Muratov-, ha sido criticar duramente a Facebook por convertirse en una fábrica de mentiras. Ressa sabe de lo que habla. El Gobierno de Filipinas, en manos de Rodrigo Duterte, la ha perseguido de todas las maneras posibles para intentar acallarla. Las informaciones de la premiada han sido claves para denunciar las ejecuciones extrajudiciales que Duterte puso en marcha en su lucha contra el tráfico de droga.
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En algunos momentos, la periodista ha llegado a recibir 90 mensajes amenazantes por hora desde las redes sociales. Su ataque a Facebook es contundente: «Prioriza difundir mentiras y odio sobre los hechos». No hay que imaginar mucho para calcular el daño que este sesgo puede provocar en un país en el que su presidente quiere reinstaurar la pena de muerte y ha pedido disparar a matar a quien se salte la cuarentena por la pandemia.
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