Ojalá tener la cabeza de Nadal y no la de los que creen que alguien tiene miedo a las tetas. La cabeza de Nadal es más consistente que la de Bobby Fischer. Vale, este se chaló un poco. Lo de las tetas solo tiene sentido ... si eres alguien como el Randy de 'Me llamo Earl'. Tenía miedo a las gallinas. También al gorro grande del Papa. Creía que había una gallina dentro. 'Gallinas' (Asteroide), de Jackie Polzin, es una primera novela maravillosa. Y va sobre gallinas. Sobre vida cotidiana. Es graciosa, conmovedora. Estos días locos he recuperado 'A pecho descubierto', de Fausto Fernández, un libro de 1997 culto y cachondo (con fotos, claro). Toda la vida ha habido obsesión con los pechos, no miedo. ¿Qué invento es este? Del repaso cinéfilo-neumático, me gusta esa escena de 'No profanar el sueño de los muertos', de Grau, cuando los zombis abren la bata a Isabel Mestre, le arrancan una teta y se la comen. Tenemos miedo a los zombis, no a las tetas.

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