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Últimamente pienso más en el pasado. Y a veces, echo de menos los tiempos en los que había menos cosas. Me imagino que serán bobadas de la edad. Recuerdo que una vez, cuando era joven, una guapa adivina me leyó la mano y me dijo ... que no iba a llegar a los cincuenta. No es que me lo creyera, claro, pero se me quedó grabado. Por suerte, se equivocaba, claro (me pregunto qué habrá sido de ella). El caso es que esta mañana estaba haciendo limpieza, bajando trastos al garaje (porque cada vez hay más cosas y se acumulan más trastos por todas partes) y de pronto me he quedado paralizado, pensando, con una caja de zapatos llena de antiguas casetes de Bob Dylan, Neil Young, Mikel Laboa y muchos más. No las quiero tirar, pero ya no las pongo nunca. Y no es que no siga escuchando sus canciones, porque uno siempre escucha las mismas canciones, creo. Pero me he quedado pensando en eso: en las pocas cosas que teníamos, en aquella clase de mundo. En cómo pasaba entonces el tiempo: las horas y los años. Y en lo que costaba comprarse una nueva casete, por ejemplo. O sea, en lo que tardaban en cumplirse los deseos.
¿Será igual en cada generación? Los jóvenes de ahora, cuando se hagan viejos, ¿recordarán también con nostalgia las carencias, la lentitud y los inconvenientes de su pasado? Sea como sea, el exceso y acumulación de cosas tiene algo pernicioso, estoy seguro. Dudo que pueda explicarlo, pero intuyo que es así. Y respecto a la edad, ya solo aspiro a ser un anciano flaco y austero. Y no es que pretenda durar más de la cuenta, al contrario. Yo amo la vida como cualquiera, pero tras haber reflexionado mucho sobre ello sé que, cuando las cosas empiecen a ponerse demasiado repulsivas y demasiado siniestras, voy a querer decidir el final de mi vida. Decidir el momento oportuno por mí mismo. Y confío en poder hacerlo en paz.
La acumulación de años tampoco me entusiasma. De la misma manera que me considero dueño de mi vida, me considero dueño de mi muerte. Y estoy convencido de que ya hay una amplísima mayoría de gente que piensa así. Como saben, la semana pasada se aprobó finalmente la ley de eutanasia y suicidio asistido que tanto ha tardado. Así que por fin lo celebro. Me parece un derecho elemental en el mundo de hoy. Eutanasia, como saben, significa morir bien y se basa en el derecho de cada cual a decidir. ¿Quién estaría en contra de eso? Algunos líderes de ideologías ultraconservadoras o adheridas a viejas formas de intolerancia todavía se manifiestan en contra, pero son muy pocos y cada vez menos. Casi el 90% de la población española estaba ya a favor hace dos años.
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