Hace unos días, el pleno del Ayuntamiento de Pamplona decidió que van a «resignificar» el Monumento a los Caídos. Los Caídos, así con mayúsculas, eran siempre caídos por Dios y por la patria. Quienes no cayeron por el Dios implacable de los ejércitos o eligieron ... mal su patria estaban fuera del círculo honorable de muertos a los que se honraba con monumentos como este. Quienes cayeron en los campos de batalla pero en el bando equivocado, o cayeron en las cunetas y en los barrancos de la represión, eran los muertos proscritos, vilipendiados por la propaganda oficial. Después de una guerra, el bando equivocado es siempre el bando perdedor.
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Actualmente las verdades oficiales son otras, y el funesto edificio que ha dominado el horizonte urbano de Pamplona durante décadas, ensalzando a unos y aplastando a otros con el vuelo o el peso de su cúpula, va a ser el Centro de Interpretación Maravillas Lamberto. Su nuevo nombre inaugura un tiempo dedicado a un homenaje distinto y a una memoria diferente. Su nuevo nombre es el nombre de un dolor que debería plantear muchas preguntas y hacernos pensar mucho. Las preguntas, sin embargo, suelen perder vitalidad en el medio organizado de las verdades oficiales, sean estas cuales sean, ya que las verdades oficiales son un conjunto de respuestas preparadas de antemano.
Evidentemente, todo lo que el pasado nos entrega cobra un nuevo significado desde el ahora. Resignificarla en mi cabeza es lo que hago cada vez que veo 'Lo que el viento se llevó'. En 2020, HBO dejó de ofrecer la película. Habían descubierto que presenta la esclavitud como una institución paternalista y benéfica, que da una versión edulcorada de aquella sociedad sureña de amos y esclavos. Vaya novedad. Hemos heredado esta película de un pasado que veía todo eso con buenos ojos. Es así. Ese pasado existió. Tal vez existe aún.
En cuanto al edificio de Pamplona, que de hecho ya viene dedicándose a otros usos, si no se resignifica de una forma se hará de otra (el tiempo todo lo cambia), pero, de momento, el acuerdo alcanzado no pone de acuerdo a la sociedad navarra. UPN ha dicho que «a los abertzales les interesa visibilizar la memoria franquista, que nosotros siempre hemos condenado, para tratar de ocultar la memoria del terrorismo de ETA, que siguen sin condenar». Hay asociaciones por la memoria histórica que quieren derribar, arrasar y borrar. Me hacen pensar en el Ministerio de la Verdad de la novela de Orwell, dedicado a borrar sistemáticamente el pasado. En la novela '1984' es «el Partido» el que dicta la verdad, crea la historia y no 'resignifica', pues no reconoce cambio alguno mientras lo cambia todo. Winston Smith cree que eso es mentir. El Partido, con métodos muy convincentes, le hace ver su inmenso error.
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