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La novela de las minas de Bizkaia la escribió un valenciano, Vicente Blasco Ibáñez. Juan Antonio Zunzunegui y Luis de Castresana escribieron sobre ellas mucho ... después, y las 'colinas rojas' de Ramiro Pinilla son rojas por el hierro. La gran novela de la mina es 'Germinal', de Émile Zola, pero hay muchas, porque ese es el gran género literario de los siglos XIX y XX, un género capaz de albergar mundos que nos hablan del mundo, y las minas son uno de los puntos álgidos y negros de la industrialización.
Y ahora, la mina ha sacado de sus profundidades los fantasmas del pasado ¿Cómo puede producirse una explosión de gas grisú en pleno siglo XXI, aquí al lado, en Asturias, matando a cinco personas? Como siempre, nos impresiona más lo que sucede aquí al lado. Cuanto más cerca más nos impresiona. No es que seamos malos e insensibles, es que estamos hechos así. Para darnos cuenta de que las minas son una tragedia cotidiana en lugares lejanos de África, Asia o América tenemos que hacer un esfuerzo intelectual y de imaginación. El minero asturiano es un arquetipo próximo que deja de ser un arquetipo con facilidad para adquirir la carne y la sangre de las personas vivas. Y las personas vivas son las que mueren, no los arquetipos. Hay minas terribles en lugares dejados de la mano de Dios, debemos recordarlo, pero para ir extendiendo la exigencia de que ninguna mina sea el infierno tenemos que ocuparnos de lo próximo.
Cinco muertos por una explosión de gas grisú en una mina de Asturias en 2025 es una noticia para la que no estamos preparados. Conocer esa 'tradición minera' de la que se habla estos días adentrándonos en el pasado a través de las obras literarias que el pasado escribió de su puño y letra nos familiariza con las raíces del presente. He oído decir 'grisu' en vez de grisú a una persona que no ha debido de leer mucho sobre el tema. George Orwell nos dejó una descripción de un descenso a la mina que nos permite visitar el submundo de 1937. Las minas de hoy no pueden, no deben ser como las de 1937.
¿Por qué en la mina de Zarréu ha fallado la portentosa, todopoderosa tecnología moderna? ¿Por qué salieron de allí cinco cadáveres y cuatro heridos en tiempos de drones y robots y detectores afinadísimos? ¿Por qué dicen los vecinos que se han visto grandes cantidades de carbón en los alrededores si la empresa solo tiene permiso de investigación? El resurgir de la minería en el siglo XXI, impulsada por la avidez de minerales críticos, ¿va a acarrear muertes periódicas en las minas? Esperamos respuesta a estos interrogantes, mientras el mundo sigue planteándonos otros a cada minuto. Pero la investigación que se abre ahora sobre la mina de Zarréu es, sin duda, del máximo interés.
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