La gabarra

La gabarra de hoy no es exactamente la de ayer, aunque venga de las raíces del tiempo, y en ella viajarán orgullosos los hermanos Williams, que son el orgullo del Athletic y de su afición, pero también de su familia y del país africano donde se hunden las raíces de su tiempo, ahora mezclado con el nuestro, y de su cultura, ahora mezclada con la nuestra. Como el Athletic mantiene la norma no escrita de contratar solo a jugadores vinculados al territorio, hay quien dice que la xenofobia le impide ser un equipo superior, pero esa afirmación es un poco tonta porque se demuestra que cuando la globalización nos pone a los internacionales en casa no hay ningún problema en ficharlos. Nada hay más internacional que un emigrante o el hijo de un emigrante. Ellos son la Humanidad en movimiento, trayendo y llevando formas de la cultura y de la vida.

En su último viaje a Ghana, Iñaki Williams dejó en Instagram un escueto y poderoso mensaje: «Mis ancestros, mi sangre». Acabo de leer un reportaje sobre otro país africano, Camerún, donde las altas temperaturas provocadas por la combinación del cambio climático con el fenómeno llamado El Niño están haciendo la vida imposible a sus habitantes. Entre la capital de Ghana y la de Camerún hay unos 1.800 kilómetros por carretera y tres horas de vuelo. Eso es, aproximadamente, el triple de la distancia entre Bilbao y Sevilla. Camerún tiene varias zonas climáticas, ecuatorial en el sur y tropical en el norte. Ghana tiene un clima tropical. Se ha estimado que entre 2011 y 2020 se produjeron en toda África entre 12.000 y 19.000 muertes infantiles relacionadas con el calor. El 80% de las emisiones de efecto invernadero causantes del cambio climático, el cual amenaza sobre todo a los países más cálidos de la Tierra, y muchos están en África, son obra de 57 grandes compañías, privadas o estatales (https://www.carbonbrief.org/).

Me gusta que los Williams estén en la gabarra: son los héroes del Athletic y además son buena gente. No lo son, buena gente quiero decir, esos que aseveran «y sabes que es verdad» y luego te cuentan una mentira. El poeta que habló de un «olvido memorable» es Blas de Otero. Querido lector: une los puntos. Sigue uniéndolos y aparecerán otros. Infinitamente.